Ayuno ¿sí o no?
Esta moda no es nueva... Ya desde la antigua Grecia se conoce que se practicaba el ayuno, por ello es bien conocida la expresión hacer "dieta espartana" que practicaban los espartanos. En su alimentación tenían fama de austeros y de comer poco y mal. Uno de los platos emblemáticos de su dieta era un caldo negro elaborado con sangre de animales, vinagre, sal y hierbas aromáticas. El brebaje tenía un sabor fortísimo, pero dicen que aportaba a sus guerreros valor y coraje.
Según el escritor Anatole France, si nadie igualaba a los espartanos en su desprecio a la vida en el campo de batalla era porque consumían caldo negro.
Leyendo un artículo publicado el año pasado que según un nuevo metaanálisis quieren probar que un ayuno prolongado en el tiempo puede ser beneficioso para las personas con síndrome metabólico, incluso quieren extrapolar que estos resultados puede ser beneficioso también para el resto de las personas. https://es.weforum.org/agenda/2018/11/el-ayuno-es-el-futuro-por-que-la-ciencia-y-la-nutricion-estan-tumbando-las-cinco-comidas-al-dia/
El ayuno es el futuro: me surge la pregunta Ayuno ¿sí o no?
En este caso, mi posición ante esta dicotomía entre el clásico de cinco comidas al día y el ayuno sería recomendar una opción u otra para según que personas y/o patologías. Es verdad que el concepto de dividir las comidas en varias al día y de pocas cantidades pero de calidad viene bien indicada en pacientes que no tengan una dieta equilibrada y necesiten que se las ordenen, gente joven que tenga un mayor gasto energético, pacientes con enfermedades crónicas que haya que controlar más sus ingestas.
Teniendo siempre en cuenta que lo importante es lo que comas y cuándo lo comas fijaría el ayuno principalmente para realizar únicamente en las horas de menos actividad, que nos requieran un menor gasto energético y no prolongarlo en el tiempo. Es decir, como recomiendo a mis pacientes que es siempre cenar antes de las 20.00, unas dos o tres horas antes de irse a dormir porque el cuerpo "gasta" menos; mientras que en nuestras horas más activas es cuando siempre debemos hacer las ingestas mayores.
De este modo recomiendo el ayuno según nuestros ritmos circadianos, que es como creo mejor se puede administrar nuestro organismo a la hora de almacenar reservas y gastar recursos sin dejarlo nunca bajo mínimos.